Los nostálgicos de su propio paso por una municipalidad son algo distinto que los reeleccionistas. Estos últimos confían en las cifras de apoyo a su gestión, y quieren continuarla.
Pero los nostálgicos son otra cosa. Se trata de figuras que no fueron reelegidas, y que uno o dos períodos después intentan volver al cargo. Por obvias razones suelen ser adultos mayores, confiados en el dicho según el cual todo tiempo pasado fue mejor, y en algunos casos simplemente en la amnesia distrital o provincial. Suele rondarlos la pregunta sobre por qué no fueron a la reelección.
La ventaja de estos aspirantes al retorno es que su nombre es conocido en su jurisdicción, y que alguna vez contaron con una mayoría electoral, ocho años antes. La desventaja es que en ese tiempo el electorado se ha rejuvenecido mucho, y gente más joven suele querer votar por candidatos más jóvenes, y eso puede incluir rostros nuevos.
Quizás los ex alcaldes deberían tener un papel consultivo en los municipios, algo así como los past-presidents en algunas instituciones. Así podrían colaborar con las nuevas gestiones, y hacer un poco de revisión de la propia. (Mirko Lauer)
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