Mala, Cañete – La noticia cayó como un golpe seco en la comunidad jurídica y ciudadana. Manuel Flores Tanta, exfiscal penal del distrito de Mala, ha sido oficialmente destituido por la Junta Nacional de Justicia (JNJ). Los motivos: hostigamiento sexual y negligencia en el ejercicio de sus funciones. Un desenlace que pone en evidencia las sombras que se cernían sobre su desempeño en el Ministerio Público.
El rostro en la polémica
El nombre de Manuel Flores Tanta no era desconocido. Su rostro había aparecido en imágenes cuando la Policía Nacional intervino a presuntos miembros de redes extranjeras dedicadas al crédito ilegal del "gota a gota". En esa escena de 2024, el exfiscal no estaba en el lado de la justicia, sino como abogado de la parte acusada. Un hecho que generó revuelo y despertó preguntas sobre sus vínculos y lealtades.
Pero su destino profesional no se vendió por ese episodio, sino por una serie de irregularidades que comenzaron a documentarse años antes, en el distrito donde ejercía como fiscal.
El caso que lo condenó
El detonante de su destitución tiene raíces en 2018, cuando investigaba un caso de usurpación agravada. Lo que parecía un expediente más en su despacho se convirtió en una prueba de su falta de ética profesional.
La historia involucra a una abogada que inicialmente defendía a uno de los imputados. Sin embargo, con el paso del tiempo, su rol en el caso cambió. En 2019, 2020 y 2021, surgieron indicios de que ella misma podría estar implicada en los hechos. Pese a ello, Flores Tanta nunca la inclusión en la investigación.
Fue recién en mayo de 2022, cuando un pedido formal puso presión sobre el fiscal, que la abogada fue incorporada en enero de 2023. Un retraso de más de seis meses, que levantó sospechas sobre sus verdaderas intenciones.
Pero lo más grave aún estaba por revelarse. La denunciante presentó conversaciones de WhatsApp que mostraron una relación inapropiada entre el fiscal y la abogada. En esos mensajes, se evidenciaban intentos de hostigamiento sexual por parte de Flores Tanta. La balanza de la justicia se inclinaba no por la imparcialidad, sino por intereses personales.
Silencio y caída
Cuando la JNJ abrió el proceso disciplinario, el fiscal tuvo la oportunidad de presentar su defensa, de desmentir o justificar los cargos en su contra. Sin embargo, nunca se presentó, nunca ofreció pruebas para limpiar su nombre.
El 6 de marzo de 2025, la Junta de Fiscales Supremos aprobó su destitución. Con ello, Manuel Flores Tanta dejó de ser parte del Ministerio Público.
Su historia, ahora marcada por la controversia y el escándalo, se convierte en un recordatorio de que la justicia no solo se persigue en los tribunales, sino también en la conducta de quienes la representan.
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