Playas son un basural tras “semana tranca”

Están llenos de RESTOS DE COMIDA, pañales, botellas vacías y otros. También de pedazos de muebles y artefactos

Playas son un basural tras “semana tranca”
“¿Esto es una playa o un basurero?”, gritó una veraneante, mientras señalaba grandes rumas de desmonte, restos de comida, colillas de cigarro y hasta recipientes de plástico que se observaban a lo largo de todas la playas de la Costa Verde. 
Al igual que en este concurrido balneario, decenas de playas en todo el sur y norte de Lima amanecieron ayer, tras el feriado largo por Semana Santa, como verdaderos rellenos sanitarios, donde se podía encontrar desde comida podrida por el sol y material fecal hasta pedazos de muebles y artefactos.
Campos minados
En un recorrido que OJO realizó por las playas de Lima, se pudo comprobar que la masiva concurrencia de campistas y veraneantes, sumado a los oleajes anómalos que arrastraron la basura hacia la orilla, dejaron convertidas las playas como San Pedro, San Bartolo y El Silencio en campos minados de desperdicios.
Mientras que en San Bartolo, botellas vacías de alcohol y gaseosa yacían junto a restos comida y pañales usados; en lugares como la playa Carpayo, en el Callao, inmensas rumas de desechos de construcción molido por la corriente y animales varados, evidenciaban la precaria situación de nuestro litoral.
“El panorama es de temer, no solo porque falta más cultura de limpieza en el peruano, el problema va más allá. El boom inmobiliario y el desmonte que las construcciones vierten en nuestras playas son aún más dañinas. El oleaje anómalo y las lluvias solo remueven la inmundicia y evidencian lo que yace en el fondo del mar”, dijo alarmado el biólogo de la ONG Vida Arturo Alfaro.
Para él, es necesario que las autoridades competentes fiscalicen y monitoreen el vertido de desechos de las grandes constructoras, muchas de las cuales han levantado edificaciones, incluso en la misma Costa Verde.
“Nosotros hacemos jornadas de limpieza y en meses pasados logramos sacar toneladas de basura de la playa Carpayo, que es la más contaminada del Perú. Ese tipo de movimiento debe ser impulsado por el gobierno”, agregó Alfaro.
No se puede veranear
Sheyla Seminario acudió ayer junto a sus dos hijos, de cinco y ocho años, a la playa Agua Dulce para disfrutar de los últimos días de sol, sin embargo, decidió abortar sus planes, luego de encontrar hasta vidrios regados en la arena.
“Como puede ser que las personas no respeten la limpieza de sus propias playas. Somos una de las pocas ciudades del mundo que tenemos acceso al mar y lo desperdiciamos”, acotó Seminario

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